5 a.m


ahora que me fijo:
la pista de baile
no es una pista
es una tarima de madera rasgada.

debajo están todos ellos:  

tu pareja, tu parejo, tu amante en bruto. 
aquí arriba, 
promesas de algo que sólo me dices con los ojos. 

yo, no he traido nada aparte de mis ojos 
que te contestan 
que si 
que si 

y tu me devuelves que entre contigo en el baño. 
cuando te giras, 
en un momento 
veo en tu cogote que, 
en el fondo, 
entre los ojos y los cogotes 
hay un lugar oscuro como un baño donde no tienes
ni novias, ni pactos, ni prometido, 
sólo ojos parlanchines 
y que ellas, estas personas, 
las debes guardar,
seguramente,
en otras partes más abajo